
Gracias
a nuestra experiencia en la instalación de pavimentos de hormigón impreso en Pontevedra sabemos que se trata de uno de los
tipos de suelo con mejor relación calidad/precio que se pueden colocar
actualmente, tanto en exteriores como en interiores. Pero para sacar el máximo
provecho y beneficio de las cualidades de este pavimento es necesario seguir
unas pautas muy concretas en los primeros días tras su instalación.
Los pavimentos de hormigón impreso en
Pontevedra requieren de, aproximadamente, unas 4 semanas hasta que el
material utilizado alcance su máxima resistencia mecánica, si bien este periodo
puede prolongarse aún durante unos días si las condiciones climatológicas no
son las óptimas para su endurecimiento. En condiciones normales, una vez que
han transcurrido las primeras 72 horas desde su instalación, el pavimento
alcanzará la tercera parte de su resistencia final, lo que significa que, para
la visión de un profano, puede dar la apariencia de haber fraguado
completamente.
Sin embargo, es preferible limitar su uso durante las primeras 3 ó 4 semanas
pues, al no haberse completado el endurecimiento, el suelo podría rayarse,
ensuciarse o perder una parte importante de su brillo. Es recomendable que, al
menos durante esas semanas, si se van a realizar trabajos sobre ese pavimento,
protegerlo con cartones y tener un cuidado especial de que no caigan sobre él
objetos pesados como herramientas o grandes bultos.
A veces, tras la colocación del pavimento, especialmente si se han empleado
moldes con relieve, pueden aparecer manchas blancas sobre la superficie. En la
mayoría de los casos estas manchas se deben al exceso de cal en el agua
utilizado para su limpieza y desaparecerán por sí mismas en poco tiempo. Para evitarlas, en Galimpres recomendamos añadir un chorro
de vinagre en el agua que se vaya a utilizar.